Al comenzar este nuevo año 2025, quiero extenderles un caluroso saludo lleno de alegría y esperanza. Este año nos brinda la oportunidad de vivir un tiempo de gracia, en el que la Iglesia nos invita a sumergirnos en el gran jubileo, recordándonos que siempre hay un motivo para esperar en el Señor.

Quiero manifestar mi más sincera gratitud a Dios por todas las vivencias y lecciones que nos ha brindado en el 2024. Cada experiencia ha sido un pilar que nos ha fortalecido y nos ha acercado a nuestro propósito de servir y proclamar el Evangelio, llevando su mensaje a todos los rincones del mundo. Como comunidad parroquial, hemos crecido juntos en fe y compromiso, aprendiendo en cada acto de servicio y anuncio, apoyándonos mutuamente en cada paso del camino.

En este nuevo año, renovemos nuestro compromiso de estar unidos en esta hermosa labor. Les envío un abrazo lleno de cariño a cada uno de ustedes, mis familiares, amigos y conocidos, que se encuentran en diferentes rincones de nuestro querido Chile. Aunque la distancia nos separe, siempre los llevo en mi corazón.

¡Que este 2025 esté colmado de bendiciones, amor y mucha esperanza!

Con afecto, su hermano, hijo, amigo, párroco y curita

Miguel Ángel Bahamonde Villarroel